dijous, 12 de novembre del 2009

Comprobando el sucio secreto de las impresoras Epson


El año pasado fue noticia en Internet el descubrimiento de lo que hacen las impresoras de inyección con la carísima tinta. En vez de servir para escribir nuestros documentos, una serie de mecanismos hacen que buena parte de ella se acumule en el interior de la máquina y finalmente se desperdicie, haciéndonos de ir a comprar un nuevo cartucho más pronto.

Recientemente me he visto obligado a dejar de usar mi impresora Epson y ahora ha sido el momento de comprobar si era cierta la historia.

No hubiera hecho falta ni abrirla. Sólo con ponerla de lado para buscar los primeros tornillos ya empezó a salir la tinta a chorros por las rendijas. Cuidado en traslados y mudanzas, estamos avisados.

Y viendo el interior... esto es lo que hay. Previamente pagado a precio de oro.




Los distintos compartimentos de la base están impregnados de tinta. En uno de ellos hay unas esponjas para absorberla, pero ahí no es donde más tinta había. La tizne del interior de la carcasa blanca no sé de donde habrá salido. Si será del olor desprendido por la tinta, o ya vendría así de fábrica.

Según se puede intuir viendo esto, hay un sistema de limpieza que aspira la tinta a través del cabezal de impresión para desatascarlo y la va soltando por un tubo en este lugar empapando las esponjas para que no se note mucho. Ya sería mucho pedir que esta tinta volviera al cartucho para ser reutilizada, se les acababa el negocio.

Este sistema de limpieza es necesario para el buen funcionamiento de todas las impresoras de este tipo, pero nos centramos en criticar a las de marca Epson por tener un funcionamiento especialmente perverso.
  • Su software tiene unos contadores que determinan "al cálculo", y siempre barriendo para casa, cuando el cartucho se ha acabado. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. En ese momento la impresora se bloquea totalmente y no vuelve a funcionar hasta que efectivamente se cambia el cartucho. Usuarios poco experimentados tirarán a la basura cartuchos que todavía tienen mucha tinta y comparan uno nuevo.
  • La picaresca española nos hace volver a colocar el mismo cartucho. En unos modelos cuela y en otros más avanzados se da cuenta de que es el mismo y hay que manipular el programa. Ahora el problema se repite cuando realmente la tinta se acaba y empieza a imprimir en blanco. Como los contadores internos piensan que todavía hay suficiente, en algunos modelos no hay forma humana de abrir la impresora para cambiar el cartucho. Visita al técnico, forzar el carro de impresión o dolores de cabeza varios.
Con el funcionamiento es inevitable que la tinta atasque los inyectores y se empiece a imprimir mal. Una utilidad a tal efecto limpia los cabezales a costa de gastar mucha tinta y llevarla al sitio que se ve en las fotos. Inevitable, pero no del todo.
  • Independientemente de que el cabezal que falla sea el negro o el de color, el software nos obliga a limpiar y malgastar la tinta de los dos, siempre de los dos.
  • El software está diseñado de forma que se entra en un ciclo con botones "siguiente" del que es poco intuitivo salir. Muchos usuarios repetirán varias veces el proceso de limpieza hasta que dan con la forma de parar.

Y el problema más grave de las impresoras Epson es que el cabezal no va con el cartucho, sino que forma parte de la máquina, mientras que los cartuchos de tinta son simples depósitos. Esto tiene dos grandes problemas.
  • Cada vez que se instala un cartucho de tinta nuevo, se consume una buena parte de su contenido para que la tinta rellene los inyectores y empiece a imprimir bien. Seguramente al cambiar el cabezal entra aire y la tinta existente de la vez anterior se desperdicie.
Y el cabezal al ser siempre el mismo se va ensuciando y deteriorando. Cada vez hacen falta más ciclos de limpieza de cabezales y desperdicio de tinta para seguir obteniendo una impresión mínimamente presentable. Hasta que la situación se vuelve imposible y se seca del todo. Momento de tirar la impresora.

2 comentaris:

Carmina ha dit...

Muchísimas gracias por la información. ¿La impresora era tuya?

jose luis ha dit...

No, no era mia, pero vi la importancia de compartir la noticia con gente que pueda tener una de estas impresoras.